Revista de Literatura 86 (171)
ISSN-L: 0034-849X, eISSN: 1988-4192
https://doi.org/10.3989/revliteratura.2024.01.022

PASCUAL Emilio. El gabinete mágico. Libro de las bibliotecas imaginarias. Ojo del Tiempo 141. Madrid: Siruela, 2023, 564 pp.

 

El gabinete mágico. Libro de las bibliotecas imaginarias de Emilio Pascual, publicado en marzo de 2023 por la editorial Siruela, es producto de casi treinta años de escritura. Lo dilatado de este proceso creativo no sorprende si tenemos en cuenta que el propósito inicial fue redactar, como declara el autor en la «Coda», una Enciclopedia de las bibliotecas (469) contenidas en la ficción literaria, aunque finalmente decidió ceñirse a un conjunto de ochenta obras, la mayor parte abordadas de forma monográfica en una serie de setenta y cinco epígrafes.

El resultado es una lectura magistral y apabullante de difícil tipificación. Por un lado, el libro puede considerarse como una colección de textos que oscilan entre el ensayo y el relato literario –según los casos–; y, paralelamente, se ofrece en estos un compendio de datos y reflexiones críticas sobre múltiples aspectos relacionados con el motivo de la biblioteca en la literatura universal. A través de un meticuloso entramado de relaciones culturales e intertextuales, cuyo alcance se incrementa con el transcurso de la lectura, predominan los capítulos centrados en la narrativa contemporánea (Conan Doyle, Umberto Eco, Andrea Camilleri, Manuel Rivas, Antonio Muñoz Molina, Almudena Grandes, etc.), aunque no faltan otros dedicados a escritores de la Edad Media o del Siglo de Oro, además de un complejo haz de referencias cruzadas que, a lo largo de todo el libro, producen la sensación de desplazarnos en un continuum sin obstáculos espaciales ni temporales, en cierto modo asimilable al concepto borgiano de biblioteca.

En lo que concierne a la dimensión creativa, no es este el lugar para repasar los méritos literarios de Emilio Pascual, por los que, entre otros galardones, en el año 2000 obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Me limitaré a destacar el empleo de algunos recursos mediante los cuales, al tiempo que los distintos capítulos permiten una lectura independiente, e incluso autónoma respecto de los libros sobre los que tratan, se logra conferir una unidad con la que el conjunto adquiere su verdadero peso y valor interpretativo. A esto contribuye, por ejemplo, la secuenciación de algunos capítulos por temas o, de manera más significativa, la inmersión lectora de los personajes en obras tratadas en capítulos anteriores. De este modo, al presentar a Germain Chazes (203), personaje de las Tardes con Margueritte de Marie-Sabine Roger, se señala entre sus lecturas Un viejo que leía novelas de amor, obra de Luis Sepúlveda a la que se había dedicado su propio epígrafe. Similar juego de espejos se produce, por mencionar otro ejemplo, al comienzo del relato sobre la biblioteca de David Copperfield (210), donde se subraya cómo la novela protagonizada por este figuraba en las bibliotecas de Matilda, Mr. Todd o Máximo Bru Mansilla, en quienes se centraron sendos capítulos sobre las obras de Roald Dahl, Evelyn Waugh y Manuel Longares, respectivamente.

En otro orden de cosas, si el título Gabinete mágico, referido a los «espíritus hechizados» (15) que contienen las bibliotecas, evoca la dimensión creativa del libro, la formulación del subtítulo (Libro de las bibliotecas imaginarias), tradicionalmente empleada en el ámbito académico, concuerda con el plano interpretativo que asumen también estas páginas. Recordemos, a este propósito, el capítulo titulado «Pepe Carvalho tras las huellas de don Quijote», que es en esencia un apartado de crítica literaria. En particular, se abordan aquí las correspondencias entre el personaje de Pepe Carvalho y don Quijote, el motivo compartido de la quema de libros, los paralelismos apreciables en la construcción del protagonista, la intervención del autor como personaje de la obra, la interacción de un doble apócrifo del protagonista, el surgimiento a partir de un momento dado del escudero-acompañante, la idealización de Dulcinea y de Charo por parte de los protagonistas y las analogías en la evolución experimentada por los personajes de Sancho y de Biscuter, entre otras cuestiones. Es de notar, al margen de esto, que la perspectiva crítica emana de la propia naturaleza del libro de E. Pascual, en el que cristaliza una ingente labor de rastreo de fuentes y ordenación de datos, que se proyectan tanto en el cuerpo del texto como en las notas a pie de página, donde el autor tiende a desplegar aquellos comentarios eruditos más difíciles de conciliar con el hilo del relato.

Como herramienta adicional, el índice onomástico de la obra, dispuesto a doble columna y con un tamaño inferior de letra, contiene cincuenta y cuatro apretadas páginas en las que se incluyen los nombres de los escritores y obras literarias, personajes, películas, artículos, cuentos y poemas citados, sin excluir las referencias aludidas de forma tácita, que se identifican entre paréntesis, y los autores u obras donde se localizan los personajes mencionados, a los que precede una flecha. De este modo, el lector interesado puede rastrear por cuenta propia en las bibliotecas imaginarias un determinado escritor o personaje, entre otros datos. Sabremos así, por poner un ejemplo al azar entre los más de tres millares de entradas de este índice, que los ejemplares del Orlando furioso de Ludovico Ariosto están repartidos por bibliotecas como la del comisario Salvo Montalbano, concebido por Andrea Camilleri; la del personaje de Manuel, del Beatus Ille de Muñoz Molina; la biblioteca de los Finzi-Contini, imaginada por Giorgio Bassani; o la que tuvo a disposición Odilia Guiscardo, en El laberinto de las sirenas de Pío Baroja; sin que se pasen por alto, claro está, las circunstancias que revelan el conocimiento de la obra por parte de los personajes, que en varios casos comparten la particularidad de recitar largas tiradas de endecasílabos.

Guiado por el influjo omnipresente de Cervantes y de Borges, que se recuerdan de modo tácito y expreso durante el desarrollo del libro, el Gabinete mágico de E. Pascual ofrece, en suma, un universo inabarcable en el que la lectura transita por los laberintos infinitos de la imaginación y las trampas de la razón y la memoria.