El monográfico de Archiletras Científica destaca por ser uno de los más recientes en abordar la escritura del autor vallisoletano desde una perspectiva plural, como su título indica, tanto por el acercamiento a la generalidad de su obra como por los múltiples enfoques de lectura propuestos. Así, en su interior vamos a encontrar diversos estudios realizados por expertos en Delibes y en narrativa contemporánea acerca de algunas de sus novelas más importantes y de algunos de sus libros de caza, de viajes, sobre Castilla, e incluso su correspondencia con su editor. El indudable valor del volumen, dividido en catorce capítulos acompañados de un resumen en español e inglés, radica en su definición de la obra delibesiana en tanto legado abierto, vigente y profundamente rico.
En primer lugar, las valoraciones de los especialistas aquí reunidos evidencian que la obra de Delibes es a todas luces una producción vibrante y abierta al debate interpretativo actual respecto a elementos como el estilo o el tema de la Guerra Civil. Con relación al primero, la clásica adscripción del escritor al realismo tradicional late tras el trabajo de José Luis Calvo Carilla, quien al rastrear la influencia de Pereda (y su novela ruralista Peñas arriba) en la preocupación y el tratamiento del tema del campo en El disputado voto del señor Cayo, concluye que la «elementalidad compositiva» del texto ponía fin al «sarampión experimental de época» (126). Frente posicionamientos de este tipo, hallamos en el mismo volumen el enfoque de la experta Marisa Sotelo Vázquez. En su lectura universal y nacional de la crítica a los sistemas totalitarios presente en Parábola del náufrago, pone en valor el uso de estrategias narrativas experimentales que sitúan a su autor en la órbita estética de Juan Goytisolo o Juan Benet. Más allá de lo iluminadora que resulta la discusión de los expertos sobre el estilo de Delibes, es posible que la coherencia del mismo radique, según subraya Sotelo Vázquez, en la máxima literaria de adecuación entre forma y contenido, en aras de la cual quedan plenamente justificadas las técnicas narrativas que el escritor deliberadamente empleó en Parábola del náufrago. Otro de los temas que vertebran algunos de los estudios del libro es el de la Guerra Civil, cuyo tratamiento delibesiano se abre al debate de las diferentes lecturas ofrecidas. Dolores Thion Soriano-Mollá rastrea su presencia en las últimas novelas del autor y se detiene con acierto en El disputado voto del señor Cayo para analizar el conflicto como un evento que trasciende la categoría de mera coyuntura de los personajes y dota de una fuerte carga simbólica a la oposición entre el campo y la ciudad. Esta presentación de la Guerra Civil desde una perspectiva humana, sin definiciones políticas, es cuestionada por Francis Lough en su capítulo sobre 377A, madera de héroe. Así, aunque comienza su estudio contextualizando el concepto de heroísmo que el protagonista encarna dentro de la estética delibesiana de personajes trazados sin tintes maniqueos, Lough va más allá de este «relativismo aplicado a los conflictos ideológicos» y realiza un profundo análisis del protagonista Gervasio para obtener una lectura «más matizada según la cual el autor abandona la neutralidad» (191).
En segundo lugar, los estudios perfilan a Delibes como intelectual adelantado a su tiempo, con una obra plenamente vigente en medio de los desafíos que enfrentamos en la actualidad: el medio ambiente y la memoria colectiva. Al tema del medio ambiente van dedicadas varias secciones, como la de Gómez Moreno, quien documenta la sensibilidad botánica y ornitológica del escritor en varios títulos, y, muy especialmente, el examen de Castilla habla y Mi vida al aire libre: Memorias deportivas de un hombre sedentario a cargo de Marta Altisent y Cristina Martínez Carazo. Las estudiosas enmarcan la obra del vallisoletano dentro de la moderna ecocrítica, rasgo que en el autor es producto de un pensamiento ecológico de raíz humanista ligado a su innata afición al campo y a la caza, y conectan la defensa delibesiana del legado cultural y lingüístico de los habitantes rurales con la obra de autores ecocríticos de la talla de John Berger, Robert Macfarlane, Frederic Ulhman o Gary Snyder. Por otro lado, la memoria de nuestro pasado colectivo es otra de las preocupaciones contemporáneas en las que la voz de Delibes se deja oír, y es el objeto de sendos estudios por parte de Hans-Jörg Neuschäfer y Díaz Navarro. El afamado especialista alemán examina la evolución de las estrategias narrativas del escritor para relatar el pasado español desde Cinco horas con Mario hasta El Hereje. Tanto este análisis de novelas históricamente «autorreflexivas» como el que sobre el protagonista de El Hereje realiza Díaz Navarro, señalan la importancia de la configuración del personaje en la narrativa de Delibes, un personaje siempre en busca de la autenticidad, y cuya humanitaria caracterización invita al lector a la aceptación del pasado colectivo con toda su crudeza, lejos de su recuperación bajo prismas ideológicos que puedan dividir a la comunidad.
En tercer y último lugar, sobresale este monográfico en su conjunto por las innovadoras contribuciones que aporta en cuanto a la recepción de la obra del autor. Aparte de las ya mencionadas, el capítulo de Tomás Albaladejo introduce la novedad de centrarse en algunos cuentos del escritor, sobre los que analiza el recurso de la analogía como dispositivo para configurar los personajes y caracterizarlos por su antítesis cultural y social o por su similitud. El trabajo de Amparo Medina-Bocos ofrece la peculiaridad de explorar la correspondencia de Delibes con su editor Josep Vergés. Aparte del seguimiento que la estudiosa hace de la constante preocupación delibesiana por las erratas, el capítulo resulta interesante por la sugerencia de otros aspectos también tratados en la correspondencia y muy importantes para entender al escritor, como por ejemplo su cuidada atención por los elementos tipográficos en sus novelas de raigambre más experimental, o el potencial semántico de la imagen en su narrativa. Precisamente a este último aspecto dedica Renata Londero parte de su atención al examinar el papel de la imagen (la écfrasis de una pintura real) en Señora de rojo sobre fondo gris, novela que es analizada comparativamente con Cinco horas con Mario a partir del motivo del duelo. Por su parte, Patricia Urraca de la Fuente dedica sus esfuerzos a un tema poco habitual en la bibliografía sobre Delibes: el humor, según se desprende de la novela Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso en tanto parodia del género epistolar clásico. Susana Gil-Albarellos Pérez-Pedrero ahonda en la relación entre el escritor y el cine, en concreto su escasamente atendida faceta de reseñador crítico de películas nacionales y extranjeras, y documenta su atención por aspectos cinematográficos como la representación de los caracteres, el tratamiento de la imagen, la música y el montaje, entre otros. Cierra la monografía un capítulo de Carlos García Fernández, el cual compara El rey recibe de Mendoza y el libro USA y yo a partir del motivo del viaje a Estados Unidos y del modo en que ambos sujetos aprehenden la realidad de su destino según una lente epistemológica basada en la dicotomía «entre la anticipación del viaje y lo que el viajero encuentra durante el mismo» (244).
En conclusión, el volumen de Archiletras Científica sobre «la escritura plural de Miguel Delibes» constituye una contribución muy valiosa e innovadora a la lectura de su obra, y es el producto de un elenco de expertos cuyos análisis erigen al escritor vallisoletano en un autor vivo y vigente, no solo por las ricas interpretaciones que despiertan sus títulos, sino sobre todo por la actualidad con que su voz se escucha como posible guía crítica para los problemas que enfrentamos en nuestra época.